Melissa Cardoza
Sabemos que faltan mujeres. Lo sabemos porque en un cumpleaños, en un aniversario de algo, en una comida de domingo alguien dice, puchica, ésta era la comida favorita de mi tía, de mi prima, de mi hermana. Y entonces se hace un silencio triste, y se escuchan sólo los ladridos de las perras de la vecindad, una tele del cuarto que masculla en inglés, o alguna expresión de alguien que intenta salvarnos de esa angustia convocada y dice pasame la sal, por favor. LEER TODO>>>